La Maternidad y el Cáncer de Mama
Resulta curioso como la mayoría de las personas ignoran cómo la maternidad y el cáncer de mama se relacionan. Aun cuando ambos temas son tan familiares entre sí, existe un tremendo desconocimiento sobre la relación que ambos mantienen.
Mujeres que planean empezar una familia, hayan padecido de cáncer o no, deberían tener bien claro esto. Aunque se considere un mal presagio el averiguar sobre el tema sin padecer de la condición, es fundamental entender el enlace entre ambos temas.
Y para las actuales pacientes o para quienes ya vencieron un cáncer de mama, esta información resultará aún más provechosa.
Lo Que se Sabe de la Relación
Abundantes estudios en el tema han logrado dejar claro que las mujeres que esperan muchos años para por fin quedar embarazadas o que simplemente deciden no tener hijos, aumentan exponencialmente el riesgo de sufrir cáncer de mama. Es decir, el no entrar en la maternidad en una edad ideal, expone a la mujer a una posibilidad mayor de cáncer.
Asimismo, se conoce que el tratamiento quimioterapéutico puede, en el peor de los casos, llegar a adelantar la menopausia en la mujer. Con los últimos avances, sin embargo, esto ya no supone un problema serio.
Lo que muchas pacientes de cáncer de mama sin hijos hacen, es conservar sus óvulos fértiles con técnicas criogénicas antes de empezar con el tratamiento, dándole lugar a la oportunidad de una fecundación in vitro pasados unos prudentes años, cuando la enfermedad se haya vencido.
Esperando el Tiempo Ideal
Antes se pensaba que una paciente con cáncer de mama, una vez vencida la enfermedad, no podía quedar embarazada. Esto no era porque no quisiera, sino que el proceso de la maternidad en el organismo podría suponerle un enorme peligro.
Sin embargo, esto ha resultado ser un mito de la ciencia y ahora, organizaciones en todo el mundo ahora apoyan a esas invencibles mujeres cuando deciden quedar embarazadas. De hecho, nuevos estudios respaldan que la gestación tiene cero posibilidades de causar directamente una recaída.
Una Lactancia Segura Después del Cáncer
La pregunta más popular viene a ser, naturalmente, cuan seguro es dar pecho a un bebé después de haber sufrido de cáncer de mama. La verdad es que esta práctica beneficia a ambas partes, por lo que supone lo contrario a un problema.
La mujer debe ser parte del grupo de pacientes con un grado de afectación secundaria bajo. Pero aparte de esto, la lactancia es un proceso seguro y hasta beneficioso. Se han aclarado puntos importantes, como que la misma lactancia puede proteger los tejidos en contra del desarrollo cáncer de mama y que los cambios de las glándulas mamarias ocurren con normalidad durante el embarazo y sin alterar el pronóstico.
En cuanto al bebé, a este no le afecta de ninguna manera que su madre haya sufrido un cáncer de mama. La más clara preocupación es que las células cancerígenas pudieran viajar en esa leche que el infante ingiere o que exista toxicidad como consecuencia directa de los tratamientos quimioterapéuticos. Afortunadamente, ninguno de los dos es el caso.
